Los rituales que te voy a proponer son sencillos y te permitirán abrir caminos que quizá hayas cerrado sin querer y que te impiden avanzar. Los caminos que se abrirán para ti traerán cosas positivas a tu vida. También encontrarás rituales de protección a tu disposición.
Si estás intentando alcanzar un determinado objetivo, pero no puedes, puede ser porque algo está bloqueando tu éxito. A través de este ritual, abrirás el camino para alcanzar tus objetivos.
Para hacerlo, necesitarás:
• Una bandeja.
• Papel de pergamino.
• Un carboncillo.
• Hierbas e inciensos para el crematorio.
• Incienso mirra, Incienso benjuí.
• Hierbas tomillo, olivo, menta, romero, lavanda.
• Cáscaras de ajo y cebolla.
Aquí también están los ingredientes que necesitarás para crear tu amuleto:
• Una caja que sea bonita.
• Una Moneda antigua.
• Una llave del negocio o de tu casa (que esté en uso).
• Una gema Jaspe rojo.
• Pétalos de flores frescas (varias rosas, margaritas, pensamientos, etc…).
• Hojas Verdes (menta, olivo, laurel, etc…).
• Siete caramelos de miel.
• Tu perfume personal.
• Un velón de 7 colores, abrecaminos.
• Aceite 7 potencias o de oliva.
• Incienso 7 potencias.
En primer lugar, pon el velón en la bandeja y empápalo con aceite de oliva o aceite de 7 potencias. Luego, escribe en el papel de pergamino el objetivo que quieres alcanzar o los caminos que quieres abrir. Pon el papel debajo del velón.
En segundo lugar, pon los ingredientes del amuleto en la caja: la moneda, la llave, el jaspe rojo, los pétalos, las hojas y los caramelos. También pon el perfume al lado. Luego, enciende el carboncillo con una cerilla de madera y quema el incienso, las hierbas y las conchas en el crematorio (el carboncillo).
En tercer lugar, es el momento de encender las velas y rezar la oración. En caso de que el carboncillo se haya apagado, cógelo con unas pinzas y vuelve a encenderlo con la llama de una vela. Espera a que las velas se consuman por completo y entonces podrás colocar los amuletos en la caja en un lugar alejado de la luz. Ten cuidado de que nadie pueda encontrar los amuletos porque son personales. Para dar un poco más de energía a este ritual, puedes tomarlas en tus manos y rezar pidiendo tu deseo.
Guarda tres caramelos (con el paquete abierto) que te servirán de ofrenda y que tirarás con los restos de las velas y el crematorio. Puedes guardar los otros caramelos para los días malos, comerlos te hará sentir mucho mejor. Antes de tirar los restos de la vela busca un dibujo que pueda darte una pista. Entonces es el momento de tirar los 3 caramelos, las velas sobrantes y los restos del crematorio. Para ello, envuélvelo todo en papel y tíralo en una basura fuera de tu casa y reza para que la energía negativa se vaya, dejando entrar solo la energía positiva.
Utiliza tu fragancia para atraer la energía positiva y protegerte de la negativa. Puedes repetir este ritual tantas veces como quieras, y además puedes mantener el mismo amuleto cada vez, porque todo lo que se pueda aportar será positivo.
Desde el nacimiento hasta la muerte, nos acompaña nuestro ángel de la guarda, que nos ayuda a resolver los problemas de la vida y a evolucionar. Puedes invocarlo para hacerle saber que sabes que está ahí, pero sobre todo para que te ayude en los momentos difíciles. Este ritual te permitirá pedirle ayuda cuando te sientas solo/a y desamparado/a.
Para hacerlo, necesitarás:
• 1 vela lila.
• 1 vela blanca.
• 1 vela dorada.
• Incienso de flores; rosa o lavanda o romero.
• Un vaso con agua mineral. (No del grifo).
• Una gema de amatista.
• Una medalla de oro, (o cualquier pieza de oro).
• Una postal de algún ángel de la guarda.
Te aconsejo que hagas este ritual a primera hora de la mañana o por la noche.
Primero, hay que preparar el altar. Para ello, pon un mantel o papel blanco en una mesa y coloca las velas en un platillo, sin cogerlas desde abajo.
Cuando enciendas las velas, reza esta oración para comenzar el ritual:
“Energía universal y celestial en el nombre de tu hijo, nuestro señor Jesucristo, te pido que me ayudes y protejas en este trabajo realizado para tu mayor gloria.
Ángel de la Guarda, a ti te invoco, porque solo tú puedes asistirme.
Yo soy (di tu nombre)Y quiero pedirte que traigas tu luz y la deposites sobre mí.
Tú me puedes ayudar a solucionar mis problemas y protegerme.
Manifiéstate, muéstrame tu Luz, tu poder y tu protección.
Devuelve la Paz a mi corazón.”
Luego, deja que las velas se consuman por completo y, una vez hecho esto, reza la oración de despedida:
“Padre celestial en el nombre de tu hijo, nuestro señor Jesucristo te doy las gracias por la protección y ayuda en este trabajo y te pido que cierres la puerta mágica y que despidas a las influencias que han operado para tu mayor gloria, Amén.”
Después de rezar la oración, puedes ver si la cera de las velas ha hecho un patrón. Luego puedes tirar el agua y los restos de incienso por el baño. Conserva la amatista, la medalla y la postal, te protegerán. Cuando tires las velas, debes decir:
“Que la energía negativa que este trabajo haya podido recoger, se convierta en positiva.”
Si en este momento sientes que estás rodeado de demasiada energía negativa, ya sea ira, magia negra u otra, te recomendamos este ritual muy fácil para limpiar esta mala energía y restaurar la buena. Lo mejor es hacerlo entre tres y nueve veces, dependiendo del residuo que quede después de que las velas se hayan consumido.
En el caso de que quieras limpiar las malas energías de otra persona, necesitarás un ritual más potente, es decir, con un crematorio y un entierro para que realmente desaparezca la magia oscura.
Para realizar este ritual, necesitarás:
• Una bandeja.
• 2 velas, una blanca y otra negra.
• Un vaso de agua con sal gorda.
• Un cuenco de barro o metal (no de cristal).
• Una imagen del Arcángel Miguel.
• Una obsidiana nevada.
• Oro o plata.
• Un carbón.
• Ruda.
• Papel.
• Incienso de limpieza.
Primero, coloca las velas blancas y negras y el vaso de agua en la bandeja. El vaso con la sal se utiliza para recuperar las energías negativas. Luego, coloca la imagen del arcángel Miguel junto a las velas y pon también la obsidiana, el oro (o la plata) y el incienso.
Ahora que todo está en su sitio, puedes encender las velas y el incienso.
Una vez encendidas todas las velas, pon el carbón encendido en el cuenco y en la calle. A continuación, escribe tu nombre o el nombre de la persona que quieres limpiar en el papel y quema el papel con las velas. Una vez que las velas se hayan consumido, mira el dibujo que han dejado. Esto te permitirá saber que el ritual está funcionando y también cuántas veces puedes repetirlo.
